LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL Y LA CONFESIÓN,
MEDIOS QUE CONDUCEN A LA SANTIDAD

Por eso, cada
confesor salesiano debe ser “un hombre rico de paternidad espiritual”. Con su
testimonio, con su caridad iluminada y con su competencia se hace garante
sacramentalmente de la respuesta personal y fiel del Señor, y defiende y cuida
la profundidad y el crecimiento de la decisión vocacional de los niños,
adolescentes, jóvenes, adultos y de sus hermanos de comunidad”. Asimismo, el
papel del Director Espiritual está en hacernos conocer lo que Dios quiere de
nosotros, las virtudes que debemos practicar, los medios a los cuales tenemos
que recurrir, los peligros que hay que prever para no ser infieles a nuestra
vocación.
Termino utilizando
las mismas palabras que Mons. Oscar Andrés Rodríguez M., SDB dirigía al
concluir el Seminario Regional de Dirección Espiritual de los Salesiano: Ojalá
puedan llegar a ser cada vez más auténticos “hombres de Dios”, guías
espirituales auténticos, amorosos compañeros de camino de los jóvenes que Dios
pone a nuestro lado para que podamos hacer realidad la promesa del Señor:
“Pondré
mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y
ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y
el otro a su hermano, diciendo: “Conoced al Señor” pues todos ellos me
conocerán del más chico al más grande” (Jer 31, 33-34).
¡Joven!
¿Quieres vivir en santidad?
Buscaste a un buen Confesor o
Director Espiritual.
“Y veras que bueno
es el Señor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario